No sé cuánta verguenza acumulo actualmente por no haber sido capaz de actualizar mi espacio web en casi dos meses. No he sido capaz, lo juro. Todos mis días y todo mi día están absolutamente tapados de trabajo. Tengo algunos trabajos que no he podido entregar y que me significan un gran monto de dinero y aún así no tengo tiempo para terminarlos. No es flojera, es simplemente que no doy más. Y como infortunadamente el hilo se corta por lo más delgado, este blog ha sufrido las consecuencias de mi incapacidad para planificarme mejor. Es decir, aún cuando me planifico, simplemente no puedo cumplir mis propios plazos. A veces llega a ser desesperante.
Este año que viene trabajaré menos, necesito hacerlo así, porque sencillamente no podría enfrentar otro año así. Mi mente casi no recuerda nada, ayer vi una persona con la que he trabajado por meses y aunque la saludé y reconocí su rostro claramente, no sabía quien era, estuve casi media hora tratando de recordar quién era. Mal, muy mal.
Este 2011 tiene que ser diferente. Trabajé en muchos proyectos este año, pero de todos ellos, sólo uno me hizo sentir orgulloso, sólo en uno pude dedicarme en cuerpo y alma. El resto de mis intervenciones me averguenzan: no aprendí nada nuevo, sólo intenté malamente cumplir plazos y no hubo tiempo de reflexionar sobre las experiencias. Todo mecánico, que es la forma de trabajar que, digámoslo, tiene un buen número de profesionales. A mi eso me averguenza, yo no trabajo así, a mi el tiempo me incomoda, sé que es necesario tomarlo en cuenta, pero para mi es más valioso hacer las cosas bien, aunque tome tiempo.
Este 2011 retomaré mis escritos aquí, hay tantas cosas que quiero comentar y que estoy seguro a los analistas de datos les puede interesar. Un poco de paciencia, sí otra vez, pronto estaré en batalla nuevamente.
Feliz Año a todo el mundo.